Para mí, la metamorfosis es correr en el colegio con un guapo al lado y jugar con una pelota, intentar bailar claqué y gozar para reír como un marciano, soñar que es la destrucción de la magia blanca y comer arroz con Tor, el rey de los dioses, en un barco volador, con el inspector Gadchet clasificando en un archivador las fichas sobre las personas que van a andar por Marte, vía escalera mecánica al espacio, con un extraordinario asiento relax, con mi perro Galaxia, viendo una peli sobre la vida de la humanidad y con un bolígrafo mágico que se convierte en un micrófono...
Y cuando llegas a Marte, tienes que saltar de las escaleras para llegar al sitio. Allí, si tienes hambre, te comes una pizza en el PizzaMarte -te atiende un hombre muy simpático- y después apuntas tu nombre en un folio, en vez de en una pizarra, tan luminoso que te tienes que poner gafas de cebra para poder escribirlo.
Finalmente, me voy a mi casa a dormir, porque estoy cansado de tanta barbaridad.
Imaginación al poder, ¿eh?
profeCDR
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